Detrás de los discos: Mis colaboraciones
Fratta
A lo largo de mi carrera he tenido colaboraciones cercanas con otros músicos. El mejor ejemplo es mi participación en el grupo de Fratta, a quien conocí al final de la década de los 80. Días en que por los muros del sur de la Ciudad de México se podían ver grafittis de estilizados ojos que decían a un lado, Romántico Desliz. Fratta había pertenecido al grupo Ninot, pero estaba dándole forma a su propio proyecto musical.
Siendo pareja de Mila Ojeda, hermana de mi compañero en Botellita de Jerez, Santiago, solo fue cuestión de coincidir en un par de reuniones, para recibir su invitación para tocar la percusión con él. El 27 de enero de 1990 nos presentamos en el LUCC, integrándome a una banda conformada por Carlos Walraven en la batería, El Manco en el bajo, Humberto Calderón en la guitarra, Felipe Maldonado en el sax y Mila disparando secuencias de una computadora ubicada dentro de un refrigerador. El lugar entero estuvo atravesado en los costados, por dos gigantescos y espinosos tallos de rosa, cuyas inmensas flores se entrecruzaban al fondo del escenario.
Después de eso, pasó un buen rato antes de volver a tocar juntos. Él se integró entonces al grupo Casino. Para 1994, Discos Culebra sacó su primer disco “Romántico Desliz”, a la par de ser el ingeniero de sonido de Botellita. Cuando comenzó la promoción de éste, me invitó a tocar lo que en la grabación hizo Armando Montiel. Desde entonces comenzamos a colaborar juntos en una banda metamórfica, por la que han desfilado un sin fin de grandes músicos como Hector Page, Julio Díaz, Mary Urtuzuástegui, Edusrdo Dyer, Julieta Venegas o Gustavo Jacob, entre otros.
El primer disco que grabé con él fue el “Acústico Deslíz” de 1995, grabado para La Solitaria, subsello del subsello de BMG/Areola, Discos Culebra. Después dicha empresa lo metió injustamente en una congeladora. Tras un altercado con el nuevo director de Culebra, Ivan Morales, no lo dejaron grabar nada hasta que se acabó su contrato.
Mientras tanto, por esos años fueron los conciertos en apoyo a las comunidades zapatistas tras el alzamiento del EZLN, en los que estuvimos muy involucrados. Julieta Venegas por su cuenta, nos invitó a Fratta y a mí, para ser parte de su grupo, La Milagrosa. Igualmente, cuando arrancaron los conciertos de Sr. González en 1997, él comenzó a tocar el bajo conmigo.
Por fin, vino su EP “La Espuma de los Días” de 1998, nombre inspirado en el título de la novela de Boris Vian. Poco después llegó el disco “Realidad” en 1999, su primer larga duración post Culebra, ambos editados por Discos Intolerancia.
En los tiempos en que tuve Discos antíDOTO, sacamos el disco “Motel” en 2002, y la recopilación “GrandeSexitos” en 2004. Vendría una etapa en la que trabajaría como músico de otros artistas.
Sería hasta el 2008 que volveríamos a grabar algo nuevo. El disco “Malafama”, que como he narrado antes, salió justo en el momento que yo enfermé de cáncer.
Pasarían unos años más, antes de su más reciente disco llamado “Nubosidad Variable” del 2016. Desde entonces, nuestra cercana colaboración se ha dado más en la cancha de Sr. González. Hoy, es parte de Combo Movox, mi nuevo proyecto con Zaira Franco, a quien conocí por cierto, tocando en un concierto de Fratta, como a muchos de los músicos que me han acompañado.
Julieta Venegas
A Julieta la conocí en 1994, cuando ambos tocábamos con Fratta. Tenía poco tiempo de haber llegado a la Ciudad de México desde Tijuana. No tardó en cautivar a más de uno con su muy personal estilo de componer.
Fratta la invitó a integrarse en su banda y los conciertos solían comenzar con un par de sus temas, mismos que cantaba sola en el piano. Venía de tocar en la primera formación del grupo Tijuana No!, a quienes heredó su primer éxito, “Pobre de Mí”.
Una vez aquí, intentó sin suerte crear una banda. Recuerdo bien cuando, al finalizar un ensayo, nos propuso a Fratta y a mí que la acompañáramos. Ambos aceptamos gustosos. Así se conformó La Milagrosa, que en una primera formación fuimos Fratta en el bajo, Julieta en el acordeón, piano, programación de ritmos y voz, y yo en la percusión. Fue muy incentivante para mí, complementar sus ritmos programados de manera empírica, creando ensambles percusivos poco convencionales pero efectivos. Después incorporó al baterista en turno con Fratta, Ivan Moreno, que vino a enriquecer el sonido de La Milagrosa. Eventualmente tocó también Joselo de Café Tacvba, que en esos días era pareja de Julieta.
Tras dos años de tocar juntos, logró la atención de BMG/Ariola y del productor Gustavo Santaolalla. Incluso fuimos a tocar en el House of Blues de LA, Ca., donde nos escuchó Aníbal Kerpel, socio de Santaolalla. Fue así como la mesa se puso para grabar su primer disco, “Aquí” que se editó en 1997.
A partir de ese momento, dejó atrás La Milagrosa y comenzó a proyectarse solo como Julieta Venegas. Yo fui el único del grupo que fue a LA para grabar en la cohera del renombrado productor argentino, unos temas que si bien me eran familiares, ya tenían arreglos completamente distintos. Quizás el único que sonaba de una manera similar a nuestra interpretación en La Milagrosa fue “De mis Pasos”.
Después, llegué a tocar con ella junto a su nueva banda en un par de ocasiones, como parte de la promoción de su disco debut. Desde entonces, ella siguió su exitoso camino con una nueva dirección, no sin antes tener una pequeña colaboración en mi primer disco.
Café Tacvba
Así como conocí a Julieta Venegas por Fratta, por Julieta conocí a su pareja, Joselo Rangel de Café Tacvba. Un día, recibí su llamada donde me propuso acompañar a los tacvbos en un palomazo para una entrevista en la estación de radio Rock 101. Me costó mucho tener que decirle que no, ya que tenía un compromiso previo. Por suerte la invitación se repitió y en cuestión de unas semanas, comencé a acompañarlos en diversos lugares como el Bar Mata, en una protesta anti nuclear frente a la embajada francesa o en la librería El Péndulo.
También invitaron a varios bateristas, incorporándose finalmente Iván Moreno. Hasta ese 1995, Café Tacvba se había caracterizado por usar caja de ritmos, pero ahora tenían una base rítmica humana. Inicialmente los ensayos fueron en la casa familiar del Meme, en Echegaray. Al terminar uno, mientras nos daban un aventón por las calles de Satélite, nos hicieron la invitación formal a Iván y a mi para participar en el Unplugged de MTV que se grabaría en Miami, Fla. Por supuesto que aceptamos sonrientes.
Los ensayos comenzaron a hacerse en casa de Ivan en la col. Obrera, en donde igual llegaban músicos de Fratta, Julieta o Molotov, todas estas, bandas en las que nuestro baterista tocaba. Participar en su programa ha sido una de mis mejores experiencias como músico. Comúnmente, al poco tiempo de realizarse un Unplugged, las bandas solían lanzar el disco correspondiente. No fue así en el caso de Café Tacvba. Por cuestiones contractuales con su discográfica, el disco en cuestión saldría hasta 2005.
Sin embargo, pronto me invitarían para grabar en el tema “No me Comprendes” del disco “Avalancha de Éxitos”, de 1996. Nuestra siguiente colaboración fue en 1997, para mi disco debut en donde los tacvbos participaron en la canción “El Fin de la Historia”.
Mi siguiente grabación con ellos fue “Una Mañana”, tema que aportaron para el disco “José José un Tributo” de 1998. La canción me era muy familiar, ya que la habíamos montado para el Unplugged, aunque no salió en la transmisión del programa. En los siguientes años participé en los discos solistas de Joselo y Rubén, de los cuales ya hablaré, pero con la banda completa volvería a grabar hasta el disco “SiNo” de 2007, en el tema “El Outsider”.
Joselo y Rubén
Mi colaboración con los tacvbos ha sido muy variada. Grabé en algunos de sus discos y ellos en “El Sr. González y los Cuates de la Chamba”. Pero no solo se restringió a estas grabaciones.
En el año 2001, Joselo hizo su primer disco solista, al que tituló “Oso”, eligiendo como productor a su compañero de grupo, Rubén Albarrán. Me invitó a ponerle percusión en un par de rolas. La banda que lo acompañó entonces, tanto en la grabación como en las siguientes presentaciones en vivo, fueron los Liquits. Yo también participé en un concierto que hizo en El Hábito, en Coyoacán.
En el año 2002, Rubén me convocó para grabar en un disco de los Esquizitos, que él estaba produciendo. Lo llamarían “Original Banda Sonora”. Por desgracia, ese disco nunca salió y hasta donde entiendo, se encuentra enlatado. Pasó el tiempo y en 2006 llegó una nueva invitación, ahora, para grabar en un disco que Rubén hizo con su pareja, motivados por el cercano nacimiento de su hijo, en el proyecto Sizu Yantra. Éste se llamó “Bienvenido al Sueño». Después, ellos hicieron una serie de presentaciones en el domo digital del Papalote Museo del Niño, en un espectáculo multimedia.
Antes de volver a tener contacto con alguno de ellos, atravesé y sobreviví la experiencia que me tocó vivir con el cáncer. Una vez pasado el trance, comencé a reconectarme al mundo. Le llevé mi mi disco “Un Mundo Frágil” a Joselo en la segunda mitad del 2011. En ese encuentro, me invitó a participar en La Chilanga Banda, grupo que había armado para acompañar a Jaime López en la FIM de Guadalajara. Vendrían una serie de conciertos y me invitó a integrarme. La banda en cuestión era Café Tacvba, Andrea Balency, Ramiro del Real y me sumé yo. Tocamos en el Festival Rock por la Vida en Guadalajara, el Teatro de la Ciudad y el Vive Latino. De la presentación en el teatro se hizo una grabación, la cual aún no ha visto la luz.
Kenny y los Nuevos Eléctricos
A Kenny Avilés la conocí cuando los botellos alternamos con ella y sus Eléctricos, en una gira por el estado de Guerrero durante 1995. Al poco tiempo de haber sacado mi disco “El Sr. González y los Cuates de la Chamba” en 1998, recibí la invitación para tocar con Kenny y los Nuevos Eléctricos, una reestructuración de su banda, por la que por cierto, han pasado infinidad de músicos. A la par de promover mi disco debut, me integré así a una banda conformada por Kenny en la voz y armónica, su pareja Edgar Carrúm en el bajo, Jorge “El Wash” en los teclados, Memo Asencio en la batería y Beto Bañuelos en la guitarra.
Después de dar algunos conciertos en distintos puntos de la república mexicana y antros de la capital, el 10 de abril de 1999 grabamos el disco en vivo “Sensaciones Electroacústicas”, que hicimos en el Hard Rock Live de la CDMX, junto a algunos invitados. Por esos días, los hidrocálidos Miguel Góngora y Julio Díaz, eran un par de jóvenes que acompañaban a los sobrinos raperos de Kenny, en el proyecto Coyote.
Al salir Beto del grupo de Los Nuevos Eléctricos se integró Miguel como nuevo guitarrista, a la par de que Julio se convirtió en el nuevo baterista de Santa Sabina tras la salida de Patricio Iglesias. Para el año 2000, yo me enfoqué en la grabación de lo que sería mi segundo disco “La Vida es El Viaje” e invité a Miguel y Julio como nuevos Cuates de la Chamba. A Kenny la invité específicamente a cantar conmigo en el tema “Perla Escondida”. Por su cuenta, Los Nuevos Eléctricos también entraron al estudio para grabar “Alma Beta”, disco en el que fui invitado. Julio y Miguel también tocarían con Fratta. Sin duda eran tiempos de promiscuidad musical. Una comuna de músicos en donde todos tocábamos con todos.
Tex Tex
En 1987, yo tocaba en el grupo Baraja y me hice amigo de Francisco Barrios “El Mastuerzo” de Botellita de Jerez. Él había producido los discos de Trolebús, Mamá-Z y estaba por hacer el primer disco de Tex Tex. Quería producirnos también, pero las circunstancias no lo permitieron. No obstante, me invitó a participar en el disco de los muñecos. Grabé la percusión de los temas “Cantinero” y “Un Toque Mágico”, la que le dio nombre al disco. La portada, por cierto, estuvo a cargo de Eduardo Dyer.
En 1988 se deshizo Baraja, a la par de que Sergio Arau se salió de Botellita. “El Mastuerzo” me invitó a integrarme en la reconformación de su banda. A su vez, le pidió a Lalo Tex tocar en Botellita de Jerez mientras conseguíamos al guitarrista definitivo, que después de cuatro conciertos terminó siendo Santiago Ojeda.
Pasó algún tiempo antes de volver a colaborar juntos en términos discográficos. Cuando grabé “El Sr. González y los Cuates de la Chamba” en 1997, Lalo fue uno de mis invitados. Pero fue hasta el año 2001, cuando fui convocado por los Tex Tex para grabar en su disco en vivo “Los Muñecos Desenchufados”, que se realizó en el Comic Rock Show el 21 de diciembre de ese año y que salió el 2002. En los meses siguientes continué tocando con ellos esporádicamente. Hicimos una gira por Chiapas y un concierto en el zócalo de la CDMX festejando sus 18 años.
Mi concentración en Discos antíDoto, tuvo que ver en que gradualmente dejara de tocar con ellos, no sin antes grabar en su disco “De Donde Somos y a Donde Vamos” en 2004. Al final del 2015, me volvieron a invitar para su concierto en la FILIJ. Ahí hablamos sobre la posibilidad de que yo les produjera un disco, idea que se reforzó cuando volvimos a coincidir en un concierto de Real de Catorce en el Foro Hilvana, unos días después. Vi a Lalo en una cafetería del centro y planeamos que, al comenzar el 2016, conociera el estudio donde solían grabar. El domingo previó a nuestra cita acordada, un paro cardiaco detuvo la vida de mi amigo.
Monocordio
Cuando hacíamos el programa de la “Oficina Bizarra” en Radio al Cubo por el año 2001, Armando Vega-Gil me llegó a comentar que tenía un amigo con el que me llevaría bien. Se refería a Fernando Rivera Calderón, con quien tenía un grupo musical de parodia política en el noticiero del Canal 40, al que llamaban Palomazo Informativo.
Cuando arranqué Discos antíDOTO en 2002, debutamos con un disco compilatorio, con diversos materiales que me hicieron llegar y al que llamé Capicúa Beat. En éste incluí el tema “Lejos Cerca” de Monocordio, descubriendo a su vez, que era el proyecto personal de Rivera Calderón. También lancé su primer EP, que había producido Carlos Walraven, llamado “M0n0c0rd10”, de donde provenía dicha canción.
Posteriormente en antíDOTO, además de producir al Palomazo Informativo, comencé a producir los discos de Monocordio, con la peculiaridad de que también me fui integrando a una banda que estaba en formación. En 2005 sacamos “La Hora del Tiempo”, que se pre produjo en un departamento al que acababa de llegar recién divorciado. Ya desde los trabajos con el Palomazo, había invitado a la pianista argentina Laura Vázquez, que pronto se convirtió en una pieza fundamental del Monocordio de esos años.
Como parte de una serie llamada “¿Cual es tu Rock?”, la discográfica EMI sacó con mi producción artística, el EP “El Primer Rayo de Sol”, del cual se desprendió uno de los temas más emblemáticos de Monocordio, “Siempre te Busqué”. En 2007 re editamos el EP debut, al que le añadimos algunos remixes hechos por Alex Otaola y por mí.
Le seguiría el disco “La Verdad es una Mentira en los Ojos de Quien la Mira” del 2008 y que sería el último disco de Monocordio con mi producción y en antíDOTO.
Durante los dos siguientes años, yo estaría fuera de circulación por mi lucha contra el cáncer. Aún así, tendría una pequeña participación a distancia en el disco “El Diablo es el Ego de Dios”, que produjo Walraven en Tepoztlán. De regreso al mundo y a la vida grabaría, ahora como invitado, en el disco en vivo “Monocordio 10 años”, que se grabó en el Teatro de la Ciudad el 30 de julio de 2011. Sería mi última participación con el proyecto de Fernando, mismo que tomaría nuevas direcciones.
Nirgal Vallis
Mientras estudiaba arquitectura en 1984, conocí a Ramón Nakash, estudiante de administración. Coincidimos en nuestro gusto por el progresivo. Junto al compositor y tecladista Jose Luis Fernandez Ledesma y el guitarrista Alejandro Schmidt, era parte del grupo Nirgal Vallis donde tocaba el violín. Yo mientras, tocaba la percusión en Café con Leche, banda world conformada por haitianos, mexicanos y estrenábamos cantante, Claudia Martínez de Alba.
Por su lado, Ramón me invito a tocar la batería en una grabación que estaban por hacer. Acepté pero había un detalle, yo carecía de una batería. Así que le pedí a la pareja de mi prima que me prestara la suya. Ellos tenían un grupo de música infantil llamado El Gorila y su Pandilla. Comenzamos a ensayar en casa de José Luis. Para mi sorpresa, invitaron también a Claudia. De pronto, colaborábamos en dos bandas a la vez.
En esos tiempos hacer un disco independiente era muy difícil. Como dios nos dio a entender entramos al estudio. Lo que originalmente iba a ser una compilación de varios grupos, terminó por ser un split. Una cara con Nirgal Vallis y la otra con Arturo Meza. En el último momento, Arturo decidió poner música para meditar en vez de canciones. Grabamos en el estudio de Alejandro Fernández en un departamento de la Unidad Independencia. Sería el primer disco del sello “Gente de México”, como originalmente se iba a llamar el compilado. Dicho sello editaría después la extensa obra de Meza. Nuestra mitad se llamó “Y Murió la Tarde” y nunca la tocamos en vivo. La de Arturo se llamó “In Principio”.
Diez años después, Ramón y Alejandro asistieron a una convención de rock progresivo en LA y conocieron a un brasileño que había editado una enciclopedia del género. Cuando supo que eran de Nirgal Vallis, banda que aparecía en su libro, se emocionó y los presentó con unos franceses dueños del sello Musea. Ellos les ofrecieron editar el material, a lo que Ramón les explicó que solo era medio disco. Pero les propuso hacer la otra mitad al volver a México. Así que, diez años después volvimos al estudio. Esta vez, con Julio Sandoval en el bajo. “Y Murió la Tarde” con dos caras, se editó en Francia en 1995.
Claudia Martínez de Alba/Tonana
Tras habernos conocido en 1984, al coincidir en los grupos Café con Leche y Nirgal Vallis, Claudia Martínez de Alba y yo comenzamos una serie de colaboraciones musicales, pero sobre todo, una amistad que perdura hasta hoy. Claudia era una cantante en la búsqueda de un sonido propio, que la hizo explorar en el canto nuevo, el rock y finalmente desarrollar un proyecto ligado al world music. Esto se dió a raíz de acercarse, en una primera etapa a la música zapoteca y posteriormente a música hecha en otras lenguas indígenas.
En 1997 me pidió que le produjera un disco de canciones del istmo, pero en un concepto contemporáneo. Junto al guitarrista peruano Ángel Chacón y el ingeniero Felipe Kobeh, grabamos “Xquenda”, que atrajo la atención de Milán Records, que editó el disco y nos llevó al MIDEM en Cannes, Francia.
Mi colaboración con ella hubiera llegado hasta ahí, ya que estaba decidido a enfocarme en la promoción de mi disco debut “El Sr. González y los Cuates de la Chamba”, pero nuestro amigo común Eduardo Dyer, también integrante de Sr. González, me convenció de involucrarme en su segundo disco. Claudia trabajó con el poeta maya Alberto Gómez Pérez, para componer una serie de temas cuyos arreglos estuvieron a cargo de Dyer, Chacón y yo, nuevamente con mi producción artística. El resultado fue “Tonana”, del año 2000. Recuerdo con aprecio, como Claudia tuvo a bien prestarme por un tiempo, un espacio para que yo pudiera ensayar con mi propio grupo. Para promover “Tonana”, se conformó una banda en la cual se llegó a integrar como bajista Fratta (otro cuate de la chamba) y con la cual viajamos en dos ocasiones a Canadá. Desde entonces, Claudia adoptó Tonana como nombre artístico.
Tras esta etapa yo volví a mi dinámica, más relacionada al rock mexicano, por lo que en su siguiente disco “Lazos” del 2004, colaboré solo en un par de temas. En 2006 aparecería el disco recopilatorio «The Mystery of Mayan Chart» donde aparecen algunos temas en los que estuve involucrado. Así se cerraría un ciclo de colaboraciones musicales con mi amiga.
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