Río Magdalena – ¿Se hará algo ahora?
Estimada Diputada Leticia Varela,
Congreso de la Ciudad de México,
Primera Legislatura.
Autoridades e instancias correspondientes de procurar el bienestar de la población de la Ciudad de México.
Somos Rafael Alfonso González Villegas (productor musical, escritor e integrante del grupo Botellita de Jerez) y Graciela Contreras Martínez (diseñadora floral).
Vivimos específicamente en el edificio ubicado en la calle Madrid número 209 de la Alcaldía de Coyoacán, teniendo al frente la puerta 2 de los Viveros de Coyoacán. El río Magdalena se encuentra en la colindancia poniente del condominio en el que residimos.
Convivimos en todo momento con el tramo final del río abierto justo antes de unirse al río Mixcoac, donde juntos forman el río Churubusco. Estos dos últimos se encuentran entubados. En la parte trasera de nuestro condominio está la cerrada de Bruselas y a esa altura sobre el río, está un enrejado (filtro) en el borde de una cascada, que tiene la finalidad de evitar que ingresen desperdicios y basura de gran tamaño al río Churubusco. Es una estructura metálica conformada por una retícula con cuadros de aproximadamente 50 centímetros por lado.
Los que tenemos cercanía con el río Magdalena, sabemos que su rescate y regeneración no es algo simple ni sencillo. El río en este tramo, se ha convertido en un drenaje a cielo abierto que recibe descargas legales e ilegales a lo largo de su cause que comienza en el cerro de Las Cruces, al suroeste de la ciudad. En el pasado se han hecho planes para su rescate que han resultado hasta ahora infructuosos. En la administración de Marcelo Ebrard, Jefe de Gobierno del DF, se desarrolló el Plan Maestro del Río Magdalena con un diagnóstico elaborado por investigadores de la UNAM y la UAM, que estaba estructurado en tres fases de acción, sobre un cause que atraviesa cuatro actuales alcaldías a lo largo de casi 30 kilómetros. Sin embargo, aún habiendo cierta voluntad política para llevar a cabo dicho plan, solo se intentó su aplicación en la primera fase, ubicada en la zona del parque Los Dínamos, es decir, en el tramo del plan que correspondía a la Delegación Magdalena Contreras. Con el cambio de administración en el Distrito Federal, la iniciativa se diluyó con el tiempo y se perdió. Se llegaron a invertir grandes cantidades de dinero en este tramo, pero al final, entre la corrupción de las autoridades, intereses políticos creados y la mala realización de las obras, las acciones que pretendían llevar a cabo el rescate del río resultaron ineficientes. El Plan Maestro de Ebrard fracasó finalmente, al no poderse cumplir ni siquiera la primera fase.
En la actualidad las circunstancias son incluso peores que antes, principalmente río abajo, donde vivimos nosotros. La incorporación de las aguas del río Eslava al río Magdalena, justo antes del cruce de éste con el periférico para llegar así a la presa Anzaldo en el Pedregal de San Ángel, no hacen más que empeorar las cosas. Es otro río altamente contaminado que se suma a la problemática. Después de la presa, las aguas son entubadas. Ahí se dividen en dos direcciones, hacia el llamado interceptor poniente y en otro ramal, por debajo de la Av. Río Magdalena (nombrada así por obvias razones), donde sigue de manera subterránea su cause original, mientras atraviesa la zona de Tizapán y continua por Chimalistac, donde por cierto aún existen los viejos puentes que en el pasado vieron correr agua limpia bajo de sí. El río totalmente contaminado, vuelve a ver la luz poco antes de su cruce con calle Francisco Sosa, ya en Coyoacán. Desde ahí hasta el entronque con el río Churubusco va al descubierto, mostrando de manera cruda cómo han fallado todos los intentos por limpiarlo y recuperarlo.
En febrero del 2018 el Jefe de Gobierno de la CDMX Miguel Ángel Mancera, posterior jefe de gobierno tras la administración de Ebrard, dió la noticia en varios medios de comunicación capitalinos, que el plan llamado Proyecto Integral de Rescate del Río Magdalena, que supuestamente fue realizado por SACMEX de manera silenciosa según sus propias palabras, había concluido exitosamente. Conforme a lo descrito por él, construyeron colectores marginales que garantizaban la limpieza en las aguas del río, antes de llegar a la presa de Anzaldo, misma que a partir de ese momento, solo contendría agua de lluvia. Nosotros sabemos que eso no es cierto. Quién atraviesa los puentes sobre el río, tanto en la calle Francisco Sosa como en la calle Madrid, como los que manejan sus autos en el cruce de la calle G. Pérez Valenzuela con Av. Universidad o hacen deporte en los viveros de Coyoacán, saben bien que esa declaración es una pifia.
Hay días en que el hedor es insoportable. En el tramo donde vivimos, una nata de eses fecales estuvo estacionada por tres días en julio de 2018, ya que la basura tapó, como sucede continuamente, el filtro ya mencionado (https://instagram.com/p/BljeEajgZFk/). Esto sucedió tan solo unos días antes del acto simbólico en el que los vecinos de Santa Catarina, que se encuentran río arriba, en el tramo cercano a la iglesia de San Antonio de Padua o mejor conocida como la iglesia de Penzacola, al otro lado de los Viveros de Coyoacán, intentaron captar la atención de los medios de comunicación y las autoridades sobre la situación del río. Sabemos que en éste acto, usted misma como diputada electa en nuestra demarcación, se puso a recoger basura de las laderas, lugar donde también suelen pasar la noche algunos indigentes. Vemos en usted involucramiento y compromiso, lo que nos ha animado a externarle nuestra perspectiva del problema en estas lineas.
Continuamente, el filtro que se encuentra al final de la cerrada de Bruselas se llena de basura que impide la libre circulación del agua provocando situaciones como la descrita, sobre todo en días que no llueve y por ende el agua tiende a estancarse. Esto conlleva varias consecuencias que potencialmente afectan la salud de los que nos encontramos cerca. Además, la población de mosquitos, moscas y ratas aumenta en estas circunstancias. En los días donde el olor es intenso, los negocios que dan hacia la Av. Universidad y que tienen el río a sus espaldas, pierden clientes por rechazar los malos olores. También hay momentos en que lo que circula por el afluente del río es espuma jabonosa, que también se llega a concentrar en la reja (filtro). Cuando llueve, el filtro convertido en presa por la basura, hace que los niveles del agua lleguen a amenazar con desbordarse peligrosamente. Al subir el nivel del agua, ingresa por el drenaje de la calle Bruselas que descarga sus aguas negras sobre el río en sentido contrario, justo a un lado de la reja (filtro), provocando posteriormente que salga por las coladeras de esa calle, la calle Josefa Ortiz de Domínguez y la Av. México. Un poco más arriba, cuando el río viene caudaloso, el puente de la calle Madrid también detiene el agua, provocando que se desborde en la zona de los viveros donde hace destrozos y tira árboles.
La basura llama a la basura. Las personas que circulan a un costado de los viveros por la Av. Universidad, los usuarios de los paraderos y puestos de comida que se encuentran a las afueras del metro Viveros y que conviven a unos metros de manera insalubre con las aguas pestilentes, separados de éstas por una barda, usan el otro lado como basurero. Esta situación se repite en el puente de la calle Madrid, donde las personas que circulan por ahí para entrar al tradicional Coyoacán, no tienen ningún reparo en tirar basura, tirar botellas con meados, pintar graffitis y en términos generales ensuciar el área. Lo consideran un basurero.
La descoordinación entre las autoridades para llevar a cabo la limpieza del filtro que se encuentra en la cerrada de Bruselas, es otro de nuestros agobios. El responsable de limpiarlo es SACMEX. Al terminar dejan lo recolectado en la cerrada y la responsable de recoger la basura es la delegación (ahora alcaldía) de Coyoacán. Pueden pasar meses enteros antes de que lo hagan, con el consecuente mal olor y proliferación de plagas. Las continuas exigencias de la ciudadanía al respecto suelen tener repuestas ineficientes por parte de las autoridades.
También se suma a la problemática de la zona, la situación de los indigentes que eligen las laderas del río para pernoctar. Aprovechan que ahí es territorio federal para instalarse sin que una autoridad local reaccione o se responsabilice ante su situación. No solo se ubican en el área de la iglesia de Penzacola, también pernoctan dentro de los viveros e incluso tenemos una pequeña choza en la ladera que está frente a nosotros, es decir, a espaldas de la concesionaria de automóviles de la esquina de Av. Universidad con la calle Madrid.
Los árboles que se encuentran en las orillas del río se han convertido en amenazas para los que ahí vivimos. No son pocas las veces, en que los numerosos eucaliptos del lugar se han caído ocasionando destrozos materiales. Bardas, autos, techos y los cables de luz y teléfono, han sido destruidos por la caída de los árboles ante los reclamos de tala y poda no atendidos.
Buena parte de los problemas que vivimos los vecinos de Coyoacán, es la ingobernabilidad. Las autoridades responsables suelen deslindarse de las soluciones, echándose la bolita unas a otras. Pareciera que la zona del río, zona federal, es terreno de nadie.
Como parte del frustrado Plan Maestro de Ebrard, se llegó a plantear la creación de paseos turísticos a un lado del río. Para llegar a esto, se tienen que solucionar muchos problemas previos además de limpiar sus aguas. Se tendrá que contemplar la desamparada situación de los indigentes, la recolección de basura, además de garantizar la seguridad y mantenimiento del área. Tendría que haber un organismo con autoridad, que coordine a todas las instituciones involucradas en torno al río, es decir, las instancias de alcaldía de Coyoacán, el gobierno de la ciudad y el gobierno federal.
La solución a la problemática del río Magdalena es compleja y requiere de compromisos a mediano y largo plazo. Requiere de una solución sistémica y costosa, que incluya todos los kilómetros de su cause. Implica crear plantas de tratamiento de aguas en lugares donde los vecinos no se vean afectados, construir un verdadero sistema de drenajes para no vertir los desechos industriales y humanos en el río, crear una cultura ecológica en la población por ahora inexistente y poner penas a los que ensucian el ambiente y la ciudad. Ya no queremos, como han sido hasta ahora, arreglos cosméticos.
Para algunos la solución es entubarlo. Eso sería reconocer que la batalla se perdió e implica negligencia hacia los problemas de agua en la ciudad, sobre todo a futuro. Es heredar el problema para nuestros descendientes. Permitir la generación y circulación de agua limpia podría atenuar los problemas de suministro en algunas zonas de nuestra ciudad y favorecer la recarga de los mantos freáticos. Nuestra ciudad podría estar recibiendo el agua que fluye a la cuenca de lo que alguna vez fue un lago y la estamos ensuciando y entubando. La estamos desperdiciando. El río Magdalena merece su rescate y de esta manera, darnos la pauta para mejorar el ambiente de la Ciudad de México en términos generales.
Diputada Leticia Varela, agradecemos sinceramente la atención que ha puesto a este escrito, esperando poder contar con su apoyo y solidaridad en la búsqueda de soluciones al deterioro ecológico de nuestro río.
México a 19 de noviembre del año 2018.
Anexo una carpeta con información recopilada a lo largo de varios años, que contiene opiniones, recortes de periódico, diagnósticos y planes en torno a la problemática del Río Magdalena.
Este video lo hice hace 7 años: https://youtu.be/gAblh9rUo7o La situación actual es peor.